viernes, 1 de febrero de 2008

Sobre la Violencia de Género

El viernes 25 de enero, se hizo una charla sobre la Violencia de Género (llamada también Violencia Doméstica) por parte de las autoridades de Policia Local y de Mossos d'Escuadre, en Sant Just Desvern.

El objetivo de informar sobre los nuevos recursos, tanto humanos (disponemos de un Grupo Especializado a la Víctima" en Cataluña) como legales y de protección han de ser explicados por ambos cuerpos policiales. Incluso diría que hay una cierta Coordinación por lo menos en la exposición y naturaleza del tema dadas las dificultades de abordaje de todo lo relacionado a evidenciar que existe tal violencia. Me refiero a que el aumento en el nº de muertes de mujeres por parte de sus parejas y ex-parejas ha incrementado de forma espectacular. Se calcula que hay casi una víctima diaria (367 muertes en 2007) y va en aumento en los últimos años.

Sin embargo, este tipo de muertes sería comparable al de una enfermedad aguda o muerte súbita, que en muchos casos son inevitables o impredecibles. Lo que llama la atención es la gran cantidad de mujeres que viven de forma crónica con el problema, con el agresor, con los malos tratos y tienen enormes dificultades para resolverlo. No es fácil enfrentarse a una persona a la que se ha estado sometida física y psíquicamente, no es fácil acudir a un Centro Policial y denunciarlo ... y después que? ¿tienen que volver a casa mientras se dictamina la Orden de Protección? y, aunque se hiciera rápidamente, ¿que garantias tiene una mujer para estar protegida contra los intentos de acercamiento de una pareja resentida, enajenada y agresiva?
Pues, francamente, no quisiera estar en su lugar, pero la charla consiguió acercarme bastante y darme cuenta de que se trivializan estas conductas, se normalizan y muchas veces, se culpa a la víctima, de manera inconsciente. He de decir, que el nombre utilizado para la localizar la oficina de atención no me gusta nada, "Grup d'Atenció a la víctime". Quien es víctima de qué? En estos casos me parece que todos lo son y el agresor no es considerado ni siquiera un enfermo. Mal vamos, ya que hoy por hoy, sin diagnóstico no hay tratamiento, y por ejemplo, un violador puede haber cumplido pena y no considerarse ni siquiera ex- violador ya que puede no haberse arrepentido (que sería la primera condición para salir desde mi punto de vista).
Cuando disminuye la sensibilidad social, aumentan las muertes . Por eso, este tipo de iniciativas, de charlas, de encuentros, de información son imprescindibles para mantener esa sensibilización. Y, en segundo lugar, podríamos acercarnos a la reciente "Ley Integral contra la Violencia de Género" que sabiendo que es una Ley de largo recorrido, también se ha de re-evaluar para observar el impacto que tiene en la evitación de muertes de mujeres, en nuestro país. Y no es mucho, a saber:
1) Es necesario reforzar el cumplimiento de las medidas de alejamiento. El 30% de las muertes se producen tras encuentros con la pareja.
2) Conseguir que más mujeres denuncien y que, por tanto, más obtengan protección. El miedo tácito de muchas mujeres para denunciar se ve reflejado en la retirada posterior de la denuncia a pesar de la gravedad de las agresiones, en muchos casos.
3) El desarrollo de la Ley Integral no ha puesto en marcha ninguna medida de carácter estatal destinada a afrontar la formación, con cursos obligatorios, del conjunto del personal sanitario. Los Centros de Atención Primaria son lugares privilegiados para la detección precoz de la violencia de género y para la atención y derivación de las mujeres que la sufren. Por esta razón la mayor parte de actuaciones de formación y preparación desarrolladas en el ámbito sanitario por las Comunidades Autónomas se dirigen al personal de los Equipos de Atención Primaria. Las trabajadoras y trabajadores sociales de los servicios de urgencias son quienes se encargan de tomar contacto con las víctimas para informarles y derivarles a otros recursos. Esta importante tarea contrasta con la escasez de personal y la sobrecarga con la cual deben realizarla estos/as profesionales

4) La violencia de género, ausente de la formación universitaria. Aunque la mayoría de las Comunidades Autónomas han adoptado compromisos políticos en el ámbito sanitario, sólo unas pocas están poniendo en práctica acciones concretas para llevar los compromisos a la realidad cumplimiento al compromiso establecido en la Ley Integral de asegurar la introducción de la respuesta sanitaria ante la violencia de género en los currículos formativos de las licenciaturas y diplomaturas y los programas de especialización de las profesiones sociosanitarias. Amnistía Internacional ha podido saber que mientras algunas comunidades autónomas, como Aragón o Cantabria, ofrecen formación a las y los Médicos/as Internos Residentes, en la mayoría de los territorios no existen planes de formación para este importante sector del personal sanitario
(El sector sanitario es con toda probabilidad el ámbito de las instituciones del Estado al que acuden un mayor número de víctimas de violencia de género. En el caso de las mujeres asesinadas en España por su pareja o expareja, sólo una minoría había denunciado a su agresor. Se estima que sólo alrededor de un 5% denuncia estos abusos ante la policía o el juzgado. Sin embargo, la práctica totalidad de las víctimas acude a su centro de salud en el año posterior a las agresiones. Así, el ámbito sanitario se revela esencial para la detección temprana y la identificación de las víctimas)
5) Vigilar los programas en los medios de comunicación donde se permite e incita al enfrentamiento y maltrato “invisible” hacia la mujer, hacia las parejas con problemas o se alimenta la ilusión del reencuentro. Los medios deberían servir como instrumento de sensibilización para evitar comportamientos machistas y no para estimularlos (Una muerte reciente tuvo lugar después de un Reality Show donde el ex-novio fue humillado)

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