sábado, 19 de julio de 2008

Un problema que afecta a toda España

La escasez de plazas para estudiar Medicina es general en España. En Cataluña, la situación es aún más grave que en el País Vasco. En nuestra comunidad, 2.400 aspirantes con notas elevadas e impecables expedientes académicos se han quedado sin plaza en los centros universitarios públicos, a pesar del aumento de la oferta.

A los alumnos naturales de Cataluña se han añadido los de otras comunidades y los extranjeros. Estos últimos se 'aprovechan' de la ventajosa condición que supone no tener que pasar la selectividad, la cual suele restar un punto de media a los estudiantes autóctonos. La Generalitat ha exigido a la Administración central que garantice la equidad, ya que considera que con el actual modelo los estudiantes catalanes están discriminados. El Gobierno de Zapatero se plantea revisar los acuerdos para que los extranjeros admitidos en las facultades españolas tengan una calificación comparable a la autóctona.

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El éxito que registra la demanda de la carrera de Medicina en Catalunya sigue sin tocar techo. Un año más, y como viene sucediendo desde el 2004, las vocaciones para convertirse en médico han vuelto a crecer. Esta vez, 2.900 de los 3.893 aspirantes a ingresar en una de las seis facultades públicas que ofertan los estudios se han quedado sin plaza. Hace un año fueron 2.688 entre 3.511. Y ello a pesar de que el sistema público cuenta con dos nuevas facultades, en Girona y Barcelona, que ofrecen 160 plazas más de primer curso, hasta un total de 993. Y que por primera vez una universidad privada, la Internacional (UIC), cuenta con 80 puestos adicionales en su programación.

La consecuencia inmediata del alud de peticiones ha sido que la nota de acceso ha vuelto a subir.
La calificación que exige la Universitat de Barcelona (UB) para cursar Medicina (8,60) ha desbancado a la que se requiere para matricularse en Biotecnología en la Autònoma (UAB), que desde el 2005 se había adueñado del primer puesto en el ranking de notas, según dio a conocer ayer la Conselleria d'Innovació, Universitats i Empresa. Hace un año la horquilla de calificaciones para cursar los estudios que conducen a la práctica médica se movía entre el 8,08 de la Universitat de Lleida (UdL), entonces la más baja, y el 8,47 de la UB. Ahora oscila entre el 8,14 que pide la de Girona (UdG) y el 8,60 de la UB.
La comisionada para las universidades, Blanca Palmada, admitió, además, que los aspirantes catalanes habían tenido en esta ocasión idénticas dificultades que el curso pasado, cuando no mayores, para procurarse una plaza dada la creciente presencia de estudiantes del resto de España y del extranjero que tratan de matricularse.A pesar de que todavía no se han procesado los datos sobre las preferencias de la demanda forá-nea, unos 300 candidatos extranjeros más que hace un año, hasta un total de 1.988, se han hecho con un puesto en el sistema universitario catalán, al igual que 3.575 aspirantes procedentes del resto de España, 655 más que en el 2007. El inconveniente reside, según Palmada, en que son "unas pocas titulaciones", entre ellas Medicina, las que concentran su inclinación.

FILTRO PARA EXTRANJEROS

Palmada apuntó al interés, por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, de establecer en el futuro algún tipo de filtro para los candidatos extranjeros, puesto que estos acceden a la universidad sin tener que enfrentarse a la selectividad, lo que, en principio, les otorga ventaja, ya que las pruebas de acceso a la universidad acostumbran a bajar la nota del expediente de bachillerato.
Respecto a los aspirantes que provienen de otras comunidades autónomas, la comisionada se refirió, a modo de hipótesis, a la posibilidad de ponderar sus notas para equipararlas a las de los alumnos catalanes, pues hay autonomías donde las calificaciones de la selectividad son tradicionalmente más elevadas.

En cualquier caso, Palmada rechazó una "estrategia ultraliberal", como la adoptada por la Comunidad de Madrid, para crear plazas de Medicina para atender la demanda sanitaria, aunque no descartó que en los próximos años pueda incrementarse la oferta una vez se haya analizado con detalle la situación. Lo que sí anunció la responsable de la política universitaria catalana fue la próxima incorporación a la oferta universitaria de nuevas carreras emparentadas con la Biología, en especialidades como la Genética, que puedan resultar atractivas para quienes no logran entrar en una facultad de Medicina. "No podemos permitirnos el lujo de dejar fuera del sistema a un número tan importante de estudiantes que tiene notas muy altas", argumentó.

Tras Medicina, Enfermería ha escalado posiciones y se ha convertido en la segunda carrera más solicitada por delante de Maestro de Educación Infantil, que el año pasado ocupaba esa posición, y Ciencias Empresariales, que cae al quinto puesto, por detrás de Administración y Dirección de Empresas. 2.478 aspirantes a un puesto en las escuelas de enfermería han tenido que disputarse 1.560 plazas. Palmada dio a entender que el próximo año se ampliará la oferta de este tipo de estudios.

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